El nuevo puente conectará Valdelagrana con el corazón de El Puerto de Santa María.
El puente actuará como un nuevo acceso simbólico al casco histórico. Representará un elemento de valor cívico, que refuerza el sentido de pertenencia y orgullo de los ciudadanos mientras servirá para revitalizar el entorno urbano. Su diseño invita al cruce, creando una experiencia acogedora y atractiva para quienes lo transitan. Además, conectará de manera viva y tangible dos partes de la ciudad, promoviendo tanto el movimiento físico como simbólico entre su historia y su modernidad.
A nivel simbólico, el puente refleja el compromiso del Ayuntamiento por establecer un vínculo entre el patrimonio histórico y el futuro urbano, convirtiéndose en un hito que subraya la identidad de la ciudad y su apuesta por la revitalización del casco histórico.
El diseño que se plantea, es una solución integral que trasciende la función estructural del puente para convertirse en un símbolo cívico y un elemento transformador para la ciudad. Con un enfoque que combina funcionalidad, simbolismo y robustez, responde a las necesidades de la comunidad y del entorno urbano.
Es un puente atirantado con una pila intermedia que mantiene la esencia de la solución del Estudio Informativo, pero con un sistema de atirantamiento más bajo que transmite su carga a un pilono de una altura más reducida y por tanto más acorde con la planeidad del paisaje.
Uno de los puntos que se consideran críticos es la afección paisajística al entorno, y en particular a las vistas del casco histórico de El Puerto. La solución base que se propone mejora la situación respecto a la solución elegida en el Estudio Informativo, aunque no deja de presentar un elemento alto que podría ser objeto de crítica u oposición por el órgano local y el autonómico encargado de velar por el patrimonio.
Por ello, se propone una variante a la solución base, con una secuencia de vanos similar a la base y un tablero también con un nervio invertido pero que en lugar de atirantarse se suspende de un cordón superior en forma triangular. Esta solución, además de ser visualmente menos contundente con el entorno tiene la gran ventaja de eliminar los cables, que se sustituyen por chapas, lo que resulta en un menor coste de construcción y un menor mantenimiento.