La parcela sobre la que se asienta la histórica fábrica Clesa está sufriendo una profunda remodelación. Incluye la rehabilitación de la fábrica (obra de Alejandro de la Sota declarada Bien de Interés Cultural) y la construcción de cuatro edificios de uso público-privado (del denominado Oría Innovation Campus) promovidos por Metrovacesa, dinamizando la reordenada zona norte de Madrid.
Dos de estos edificios, AM1 y AM2, alojarán una torre y un bloque, ambos de oficinas. El proyecto y el plan director de la parcela son de Ortiz y León arquitectos. La torre, con aproximadamente 40.000 m2 y 25 plantas, tendrá 100 metros de altura, mientras que el bloque tendrá unos 6.000 m2. El conjunto se completará con unas 1.200 plazas de aparcamiento, la mayoría con recarga eléctrica, y cerca de 43.000 m2 de espacios verdes de uso mixto. Los edificios contarán con la calificación BREEAM ‘Muy Buena’, declarados de alta calidad, eficientes y comprometidos con el medio ambiente.
El proyecto de estructura es de FHECOR. En los próximos meses comenzará la construcción y entrará en uso en 2026. La solución pasa por un sistema bien ajustado y optimizado de forjados de losa maciza bajo rasante y reticulares, algunos pretensados, sobre rasante. En la torre, algunos pilares son mixtos, con núcleo de acero y hormigón de alta resistencia, completando la sección exterior, lo que reduce su tamaño y aumenta la superficie arquitectónica. El vaciado es una combinación de pantallas de pilotes y muros a dos caras. La cimentación es directa con losa de cimentación bajo la torre y zapatas bajo el bloque, transmitiendo las cargas directamente a las arenas tosquizas madrileñas.
Los trabajos han sido realizados enteramente en un entorno BIM en coordinación directa con la arquitectura y las instalaciones, permitiendo una reducción de las incidencias durante la ejecución de los trabajos.