La nueva variante de Viveiro, actualmente en estudio, cruzará la ría mediante un puente de formas únicas de unos 2 km de longitud a una altura de unos 50 m sobre el nivel del mar. La estructura propuesta es una solución multi-vano de canto variable con una configuración geométrica especial que incorpora un ala exterior de hormigón que se traza siguiendo la ley de esfuerzos para mejorar el comportamiento resistente del puente. El diseño supone una reinterpretación del puente clásico, en el que lo resistente se enfatiza plásticamente para crear una estructura en la que el aprovechamiento del material es máximo.