El St. Luzibrücke va a ser una de las piezas esenciales del paisaje de Chur. La obra, por su altura y posición, será vista desde múltiples lugares y se convertirá, cualquiera que sea su solución, en un elemento dominante en el paisaje. El objetivo del proyecto es, a nuestro juicio, realizar una obra técnica, económica y administrativamente correcta, y al mismo tiempo pulcra, atemporal y respetuosa con la alta calidad paisajística del valle del río Plessur.
La idea fundamental de la propuesta es hacer un puente rotundo y a la vez limpio, con una gran fuerza estructural y paisajística, una solución épica propia de las capacidades de una ingeniería del siglo XXI sensible a los condicionantes sociales y medioambientales. El pórtico es quizás la solución más natural cuando se trata de puentear dos laderas rocosas con fuerte inclinación hacia el valle.
La estructura propuesta combina un tablero clásico de hormigón pretensado y construido por voladizos sucesivos clásico, con dos “palas” de hormigón armado y sección hueca que se maclan monolíticamente con el tablero. El pórtico tiene un tablero de luces 140-190-140, siendo la distancia entre los arranques de las “palas” de 350 m aproximadamente estando situados éstos en una línea paralela al alzado del tablero, de forma que las palas tengan la misma. La disposición de luces ha permitido hacer el puente sin pilas en los vanos de aproximación generándose así una estructura de gran pulcritud de líneas.
La estructura se ha planteado íntegramente en hormigón y sólo dispone de aparatos de apoyo en los estribos con lo que el mantenimiento de la obra será mínimo. Los estribos se han colocado ligeramente avanzados hacia el valle para disminuir así la luz de los vanos laterales del tablero. Éste tiene la geometría clásica de un dintel recto de canto variable, mientras que las palas que son huecas no requieren pretensado gracias al esfuerzo axil que le transmite el tablero.