En mayo de 2002 se planteó la posibilidad de efectuar el traslado de un viejo horno cerámico sito en Escoriaza (Guipúzcoa) hasta el otro lado del río Deba, dado el carácter protegido de la construcción, objeto de tratamiento específico según prevé la legislación sobre la materia promulgada por el Gobierno Vasco.
La razón por la que se barajó la posibilidad del traslado residía en la construcción de unas viviendas en el solar que albergaba el horno, completamente rodeado de edificaciones.
Descartadas otras opciones, como la de desmontar y volver a montar en el nuevo emplazamiento, se acometió el proyecto de traslado de la estructura, para lo que se estudiaron dos soluciones: el empleo de carros o la construcción de un pórtico.
Para la estructura se planteó una solera micropilotada que permitiera realizar, por la cara inferior, una losa armada, que sería la losa de la cimentación definitiva.
Para el transporte se propuso una losa superior pretensada ligeramente en vertical para asegurar el monolitismo del conjunto durante el transporte.